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Porque los juguetes sexuales son importantes para la educación sexual
«¿Crees que se ha logrado la libertad sexual o todavía hay mucho por hacer?», podemos decir que estamos a medio camino cuando la educación sexual en las escuelas sea algo natural y diario. Que se muestre y se enseñe sin nigún tipo de tabu o condicionante
Ver porno, educa sexualmente hablando?
La Pornografía , la única referencia real para los jóvenes que buscan respuestas sobre cómo y qué hacer con el sexo.
Así es…. porno. En lugar de demonizarlo, nos gusta y lo encontramos muy útil si lo miramos de vez en cuando. Solo o en parejas con una sexualidad ya formada, podría valer la pena comprender sus puntos fuertes. Está en todas partes, es gratis y hay de todo. Cualquier «modalidad», para cualquier publico…hetero, gay, lesbico, sado….. . El secreto, mucho más que los contenidos que ya son cortos, rápidos y poco exigentes, es la accesibilidad. Y en ausencia de algo más, los jóvenes y no tan jóvenes aprenden del porno. Que el anal se hace, rápido y muy fácil(eso creo que va a ser mentira…). Que las chicas siempre hacen mamadas a sus parejas.
¿Qué nos pueden enseñar los juguetes sexuales? ¿Educan los juguetes sexuales?
Los juguetes sexuales, tal como están hechos, pueden ayudarnos de una manera lúdica y divertida , no muy diferente a un mando de la play o un coche teledirigido, para conocer partes de nuestro cuerpo que de otra forma nunca tocaríamos . El succionador del clítoris , por ejemplo, nos obliga a centrarnos en el clítoris y prestarle la atención que merece. El masturbador , cuando se usa en una pareja joven novata, .
Posibles soluciones
La forma más segura y divertida de acercarse al sexo, sin duda deben integrarse en una estrategia mixta que permita a los jóvenes acceder a la información en lugar de que solo les hablen de enfermedades y embarazos . Los jovenes de hoy no necesitan saber que tienen que usar un condón, necesitan saber cómo disfrutarlo. Los juguetes sexuales son una posibilidad para competir con el porno, haciéndolos atractivos, accesibles y cada vez más sociales, y mostrándoles a los jovenes cómo disfrutar con el sexo. Esta es la única escena que el porno nunca mostrará.